En cualquier edificio es importante planificar la impermeabilización desde el comienzo, esto evitará problemas a largo plazo. Pero también hay que saber escoger una empresa responsable, que utilice los materiales más adecuados. De lo contrario, se enfrentarán a los riesgos de una mala impermeabilización. Aprende más sobre este tema con los expertos en trabajos verticales Valladolid.
Importancia de impermeabilizar las estructuras
El agua representa una amenaza para cualquier construcción. Su acción constante debilita las estructuras y pone en peligro su seguridad.
Lo ideal es planificar la impermeabilización desde que se comienza con un proyecto. Pero si no se hizo o hubo fallas en el proceso, hay que tomar acciones cuando aparezcan las primeras señales. Estas pueden ser grietas, goteras o manchas de humedades en paredes y techo. Aunque al principio parezcan insignificantes, con el tiempo pueden proliferar los hongos y bacterias o provocar inundaciones.
Una empresa responsable entenderá la importancia de la impermeabilización. Al inicio de la construcción hay que decidir cuál es el sistema más adecuado y el tipo de impermeabilizante que se utilizará.
Al tomar acciones desde el comienzo previenes problemas más graves y la agresión de los agentes naturales disminuirá. Porque no solo es el agua lo que hace daño, también el sol, el calor o las heladas deterioran los materiales. En consecuencia las cubiertas dejan de ser eficientes y hacen que estar dentro del edificio sea incómodo; además de los riesgos de salud que representa.
Impermeabilizar la casa también protege todo lo que está en el interior. Libros, pinturas y artefactos eléctricos, por ejemplo, son delicados ante la presencia de humedad y podríamos perderlos si no tomamos las precauciones adecuadas.
Riesgos de una mala impermeabilización
Dejar de impermeabilizar un edificio es una mala decisión, pero no elegir los materiales correctos o aplicarlos sin seguir los procedimientos debidos también tendrá consecuencias. Cuando esto ocurre los muros de carga comienzan a perder solidez. Y si no se hacen los correctivos a tiempo, no solo se pone en riesgo la estructura, sino la salud de las personas.
Los principales problemas de una mala impermeabilización son las humedades. Si no se controlan comprometen todo el edificio. Los tipos de humedades que se pueden presentar en una edificación son:
- Humedad ambiental. Se originan por las condiciones medioambientales del lugar donde se encuentra la construcción.
- Accidentales. Es la que se produce con la rotura de tuberías de agua que pasan entre los muros o el suelo.
- Humedad de obra. Ocurre cuando el agua que se utiliza en la construcción no seca bien sino que queda retenida. Para evitarlo hay que saber cuándo se puede impermeabilizar.
- Capilar. Cuando una estructura tiene poca estanqueidad permite el paso del agua de lluvia a su interior. Esta sube por los poros de los materiales de construcción hasta evaporarse en la atmósfera y, mientras lo hace, va degradando las paredes.
- Humedad por filtración. Es una consecuencia directa de la mala impermeabilización. Pero también la pueden provocar el desgaste o defectos de los materiales de construcción.
Después de aplicarlo, hay que hacer el mantenimiento oportuno al impermeabilizante para que cumpla su función por más tiempo sin deteriorarse.
Otros problemas de una mala impermeabilización
Aunque la aparición de humedades en paredes y techos es lo primero que consideramos, no son las únicas consecuencias de fallas en la impermeabilización.
Cuando el agua se filtra en cualquier edificio puede provocar la pudrición de las vigas y cualquier otro elemento de madera. Como resultado la estructura se debilita, pero no es el único problema, sino que también aparecen insectos.
También afectarán las estructuras de metal al provocar la corrosión de estas. El efecto es el mismo ya que la estructura se vuelve más frágil. Y, en el caso de la carpintería, también afecta su apariencia.
Una mala impermeabilización no solo afectará las estructuras del edificio, sino también la salud de las personas. La presencia de hongos y moho puede provocar alergias y enfermedades respiratorias en las personas que habitan en el lugar. Incluso empeorar las condiciones de quienes ya sufren alguno de estos problemas.
Si aún dudas del por qué impermeablizar la casa, piensa que te estarás evitando molestias a futuro. Y, aún más importante, proteges la seguridad y la salud de las personas que viven contigo.
Señales de que hay algún problema con la impermeabilización
Una vez más, la humedad aparece como el indicio principal de que no se ha impermeabilizado bien la casa o edificio. Este problema no es fácil de solucionar, como tampoco lo son las grietas y goteras que pueden aparecer en la estructura.
Es necesario tomar medidas preventivas desde el principio y contratar un servicio profesional de impermeabilización de techos y terrazas. De esta manera se protege la estructura, impidiendo el paso del agua a través de los materiales.
De cualquier forma, al aparecer los síntomas de una mala impermeabilización hay que tomar medidas.
Por lo general, pensamos que las únicas señales son las manchas en las paredes. Pero la humedad también se refleja de otras formas a las que hay que estar atentos.
Es frecuente el desprendimiento de yeso y pintura de las paredes y el techo, tanto en el interior como en el exterior. También se puede observar la presencia de salitre en la estructura, en especial en las zonas costeras.
El moho también aparece como consecuencia de las filtraciones. En algunos casos también se puede apreciar como se forma una especie de vapor sobre las ventanas, espejos y cristales. Este es un indicio claro de humedad, así como de ventilación insuficiente dentro del edificio.
¿Por qué se levanta el impermeabilizante?
Otro de los indicios de que hay un problema con la impermeabilización es cuando el material comienza a levantarse. Esto puede ocurrir cuando no se siguen los pasos adecuados para la aplicación o se escoge un material inadecuado. Por ejemplo, un impermeabilizante poco resistente en una zona transitada.
Antes de aplicar el impermeabilizante hay que revisar el estado de la superficie y corregir las imperfecciones para que sea sólida. Esto ayudará a que el material se adhiera bien. Además, hay que limpiar para eliminar todo el polvo y suciedad que esté acumulada.
Por otra parte, si hay restos de pintura o impermeabilizantes anteriores también deben eliminarse por completo. Seguir las indicaciones técnicas de los fabricantes es imprescindible porque estas han sido probadas.
Hay ocasiones en las que es necesario aplicar membranas de refuerzo para evitar que se formen fisuras en el impermeabilizante. También cuando hay zonas donde el agua se estanca se pueden formar filtraciones.
Todos estos y otros detalles hay que tenerlos en cuenta al momento de impermeabilizar para evitar problemas futuros. Por ello es importante elegir una empresa con experiencia que se a capaz de identificar y corregir los posibles inconvenientes.
¿Qué ocurre si no renuevo el impermeabilizante?
Los impermeabilizantes tienen un tiempo de vida de útil que indica el fabricante. Llegará un momento en el que se hará necesario renovarlo para devolverle se efectividad. Si no se hace comenzarán a aparecer las fisuras y filtraciones que queremos evitar.
Durante las revisiones y mantenimientos podemos determinar cuándo es necesario sustituir el impermeabilizante por uno nuevo. Hay que actuar a tiempo antes de que surjan problemas más graves.
Si en la cubierta o terraza hay cerámicas levantadas, esto es una señal de que el impermeabilizante no está cumpliendo su función. El agua se está filtrando y ya ha comenzado a provocar daños.
Cuando llegue el momento de sustituir el impermeabilizante viejo hay que asegurarse de que el nuevo sea compatible. Si no lo es hay que retirar por completo el anterior, de lo contrario se corre el riesgo de que no se adhiera bien.
También hay que considerar otros factores, como si se trata de una superficie transitable, si es inclinada, entre otros. De esta manera se elegirá un nuevo impermeabilizante que se ajuste a las características de la superficie.
¿Cómo prevenir los problemas por una mala impermeabilización?
Como propietario, lo que está en sus manos es contratar una empresa que se encargue de la impermeabilización. No trate de hacerlo usted mismo porque, además de ser un trabajo peligroso, requiere experiencia para elegir los sistemas y materiales adecuados.
Es necesario utilizar materiales de calidad y apropiados para la estructura. No es lo mismo trabajar sobre un techo plano que sobre uno inclinado. Y en cada caso funcionan impermeabilizantes distintos.
Para la elección correcta del impermeabilizante, la empresa debe tener claro aspectos como el uso que se le dará al inmueble. Esto ayudará a determinar el nivel de protección que se necesita. Asimismo, requiere saber si tendrá tráfico esporádico o continuo -esto en el caso de las azoteas- para tomar las medidas adecuadas.
También es importante conocer si el área ha sido impermeabilizada antes. De ser así, hay que elegir un impermeabilizante que sea compatible con el sistema anterior. O, en su defecto, asegurarse de eliminarlo por completo antes de colocar el nuevo producto.
Es mejor prevenir los riesgos de una mala impermeabilización que enfrentar las consecuencias. Cualquier error que no se corrija a tiempo, puede salir más caro que haber tomado las precauciones a tiempo. Si estás buscando una empresa que te garantice un trabajo de calidad, contáctanos.